En 2007, fue elegido concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos.
En 2011 fue titular del número ocho de la lista electoral en las elecciones municipales.
Los afiliados burgaleses le eligieron en formato de elecciones primarias en las que trescientos de los 373 afiliados del Partido Socialista pudieron votar su candidatura o la de Esther Peñalva, logrando el primero 164 votos, mientras que su rival en las urnas acumuló 132.
En las elecciones municipales de 2019, volvió a encabezar las listas socialistas y quedó primero en votos con 11 ediles, pero los partidos del espectro político de la derecha, PP, Cs y Vox, sumaban mayoría para gobernar el ayuntamiento.
A la mañana siguiente, la sede socialista local fue vandalizada con pintadas neonazis y acusaciones de traición.