Daniel Santoro

Su serie de Gardel y los Samuráis tuvo un gran éxito, corroborado por las posteriores invitaciones para exponer en Oriente.

Es en aquellos viajes donde se consolida el deseo del artista de aprender la escritura china.

El aprendizaje del chino lo implicó a un modo de pensar radicalmente distinto al de cualquier lengua occidental, como también sus incursiones en el sánscrito, hebreo, la cábala, la cosmogonía china, Lao Tse y Confucio.

La exposición Un mundo peronista surgió de los tres Manuales del niño peronista, libros de artista dibujados y hechos a mano por el propio Santoro.

También realizó activamente la crítica al medio artístico vanguardista argentino en diversos artículos.