En 1974, aceptó una invitación para tocar en un festival en Berlín, Alemania, y pidió a Hermeto Pascoal y Naná Vasconcelos reunirse con él en su presentación.
Sin embargo la dictadura militar brasileña impuso precios excesivamente altos para salir del país, por lo que finalmente viajó a grabar solo.
Una vez en Noruega se reunió con Naná Vasconcelos a quien le explicó el concepto del disco.
Sabía que Vasconcelos aceptaría sin dudarlo, y lo hizo.
Su primer álbum con ECM titulado Dança das cabeças (1976), recibió variados reconocimientos internacionales, fue nominado a álbum del año por Stereo Review y recibió el premio Großer Deutscher Schallplattenpreis, a la vez que recibió contradictorias categorizaciones que reflejan la riqueza cultural de Brasil y su incomprensión: en Inglaterra, fue concedida como pop; en los Estados Unidos, como folclore; y en Alemania, como música clásica.