Como el concilio de Calcedonia en 451 había condenado del mismo modo a los nestorianos que suponían dos personas en Jesucristo y a los eutiquianos que no reconocían en él más que una sola naturaleza.
La mayor parte de los que no tenían una idea clara de las palabras naturaleza, persona, substancia se persuadieron que no se podía condenar una de estas herejías sin caer en la otra.
Otros aparentaron someterse á él pero dieron en otro error: negaron como Sabelio toda distinción entre las tres personas divinas.
Como al principio no tuvieron jefe a su cabeza fueron llamados acéfalos.
A otros se les llamó severianos petritas pues se unieron a Pedro Mongus usurpador de la silla de Alejandría.