Nació en un contexto histórico previo al desarrollo de las cruzadas, junto a su actividad hospitalaria, fueron incorporando una vocación militar con el desarrollo de acciones defensivas contra los ejércitos musulmanes (inicialmente árabes, y más tarde también turcos).[6] En un principio a sus miembros se les llamó Caballeros Hospitalarios (u Hospitalarios), lo mismo que Caballeros de San Juan, La Religión y Giovannitio Gerosolimitani, bien fijándose más en su santo patrón San Juan Bautista, bien en su carácter de hermandad religiosa bien en su lugar de origen, Jerusalén, donde se fundó la Orden, indiferentemente.La orden recibió el reconocimiento del papa Pascual II en 1113,[7] mediante la bula Geraudo institutori ac praeposito Hirosolimitani Xenodochii.Su misión fue primero hospitalaria (atención médica a los creyentes que habían peregrinado a Jerusalén), pero desde el gobierno de Raymond du Puy, el segundo gran maestre de la Orden, tomó un carácter militar.[8] La orden tuvo su primera sede en Jerusalén, en 1142, en el castillo del Crac de los Caballeros,[10] en Siria.Su doble vocación (militar y religiosa) le ha permitido tener más simpatizantes que las organizaciones puramente eclesiásticas.Allí construyó sólidas fortificaciones que resistieron varios asedios y sirvieron como retaguardia a su flota.Solimán el Magnífico, con un ejército de 200 000 hombres, sitió Rodas en 1522[17] durante seis meses, tras los cuales la Orden capituló y abandonó la isla.El gran maestre Ferdinand von Hompesch se retiró a Trieste con aquellos que quisieron seguirle; pero, habiendo muerto asesinado en 1801, se proclamó protector de la Orden el papa Pío VII, que nombró gran maestre a Bartolomeo Francesco Maria Ruspoli, el cual estableció su residencia en Catania, una antigua población de Sicilia.[cita requerida] En 1845, la Orden podía considerarse prácticamente disuelta, ya que en cada país existía y se organizaba de distinta manera.[cita requerida] Después de haber tenido sedes provisionales en Mesina, Catania y Ferrara, la Orden se estableció finalmente en Roma en 1834.Durante el siglo XX la Orden volvió a centrarse en su misión de asistencia hospitalaria.Bajo el gobierno del gran maestre frey Ludovico Chigi Albani della Rovere, la Orden llevó a cabo misiones humanitarias durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.La naturaleza de la Orden está expuesta en su Constitución, en donde se estipula que es religiosa-laica (tanto por contar con miembros laicos, como por no obligar a la vida en común), soberana, militar, caballeresca, de tradición nobiliaria, con personalidad jurídica, aprobada por la Santa Sede y sujeta al derecho internacional.La orden ocupa una posición sui géneris en el ámbito internacional, ya que no cuenta con un territorio determinado ni con ciudadanos no institucionales, dos condiciones clave para que su reconocimiento internacional sea indiscutido según los términos de la Convención de Montevideo.Las personas físicas se dividen en tres clases de miembros:[27] Las personas jurídicas de la Orden son el gran maestre, los grandes prioratos y prioratos, los subprioratos y las Asociaciones nacionales.El gran maestre, con el voto deliberativo del Soberano Consejo, puede conferir personalidad jurídica a otros entes.Los entes de la Orden que lo consideren útil pueden, con el consentimiento del gran maestre y tras escuchar las recomendaciones del Consejo Jurídico de la Orden, adquirir a su vez la personalidad jurídica en las naciones en que estén constituidos.Junto a la nobleza tradicional, se acepta hoy en la Orden a las personas dotadas de nobleza personal, basada en una ejemplar vida cristiana y méritos hacia la Orden.El gran maestre ejerce el ius nobilitandi en las raras ocasiones en las que crea títulos o ennoblece con carácter hereditario.Incluso cuando la Orden gozaba de territorialidad, ejército y flota, se mostró siempre estrictamente neutral en los conflictos entre potencias cristianas.Con Francia, Luxemburgo, Suiza y Bélgica las relaciones oficiales no son diplomáticas.[34] En esos Estados la Orden tiene un estatus análogo al que poseen las Delegaciones Apostólicas que le permiten establecer representantes oficiales en su territorio, sin llegar al rango de embajada.En América la Orden mantiene relaciones diplomáticas con Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay [35] y Venezuela.La propuesta fue patrocinada por 71 países y aprobada sin necesidad de votación.
Los caballeros de la Orden defendiendo las murallas de
San Juan de Acre
en 1291.