Con una temperatura efectiva entre 4205 y 4775 K, es 3,6 veces más luminosa que el Sol.
[2] A unos 50 segundos de arco de DG Tauri, existe otro objeto, denominado DG Tauri B, que parece ser una protoestrella todavía alojada dentro del material circundante.
[2] Imágenes obtenidas por el Telescopio espacial Chandra permiten observar dos chorros ("jets") de rayos X extendiéndose unas 700 UA en ambos sentidos desde DG Tauri.
[3] Se ha sugerido que los rayos X de una estrella joven típica pueden afectar significativamente las propiedades del disco circundante, calentándolo y creando partículas ionizadas.
Ionizando el disco circunestelar, los rayos X podrían haber generado una turbulencia que hubiera tenido un efecto sustancial en la órbita de la joven Tierra, impidiendo que se precipitase hacia el Sol.