Paul Hermann Müller fue un químico suizo y ganador en 1948 del premio Nobel de Fisiología o Medicina por su descubrimiento del DDT como insecticida usado en el control de la malaria, la fiebre amarilla, el tifus y muchas otras infecciones causadas por insectos vectores.En el siglo XX fue utilizado con intensidad como insecticida pero, tras comprobar que este compuesto se acumulaba en las cadenas tróficas y ante el peligro de contaminación de los alimentos, se prohibió su uso.El DDT fue sintetizado por el científico austriaco Othmar Zeidler, durante su tesis doctoral en Viena(1874).También podemos lavar el DDT bruto por neutralización con Na2CO3 después de drenar el ácido agotado.En el best seller Primavera Silenciosa, de 1962, Rachel Carson exponía todos los peligros ecológicos derivados de la utilización del DDT, llegando a alegar incluso que acabarían desapareciendo todos los pájaros del mundo si se seguía usando ese insecticida.[6] Los defensores del uso del DDT, entre los que se incluyen científicos, estadísticos y ecologistas escépticos como Bjørn Lomborg, argumentan que este es un método eficaz contra la malaria siendo el principal responsable de la destrucción del mosquito Anopheles; afirman que gracias a ella la malaria desapareció de Europa, donde era endémica en Grecia o Italia.Toxicidad Crónica: el IARC[11] concluye que el DDT es un carcinógeno para el hígado no-genotóxico para ratones.Como sucede con muchos insecticidas organoclorados, el mayor objetivo de la exposición aguda al DDT es el sistema nervioso.Este pesticida afecta a las aves rapaces quienes se contaminan al incorporarlo por medio de los organismos que consumen.Se trata de que se acumula en la cadena trófica y llega a las rapaces, normalmente predadores tope de la cadena trófica, en grandes cantidades.