El disegno di legge intercettazioni (abreviado DDL intercettazioni), proyecto de ley de escuchas telefónicas, también conocido por sus detractores como «ley mordaza»,[1] es una propuesta de ley que se presentó ante el parlamento italiano en 2008.
[5] La ley argumentaba que los jueces autorizaban las escuchas demasiado a menudo y que los medios de comunicación no debían estar enterados de los resultados.
[6] El primer ministro Silvio Berlusconi afirmó en 2010 que la legislación era necesaria para proteger la privacidad de los ciudadanos italianos.
[7][9] Una de las medidas propuestas (el párrafo 29) daría a cualquier persona que se considere ofendida por el contenido de una publicación o una página web el derecho a que se publique dentro de las 48 horas siguientes, en el mismo lugar y con igual importancia, una réplica que no puede ser editada o comentada.
El no cumplimiento puede llevar a una multa de hasta 12 000 €.