[1] Las dōtaku se utilizaron durante unos 400 años, entre el siglo II a. C. y el siglo II d. C. (correspondiente al final del periodo Yayoi), y prácticamente solo se usaban como decoración para rituales.
Cuando los centinelas detectaban invasores, hacían sonar la dōtaku como alarma, para que la gente pudiera ocultarse o esconder sus posesiones, y a su vez para alertar a los defensores con tal de que se prepararan para repeler al enemigo.
En los últimos años, los investigadores han estudiado estas campanas para descifrar sus orígenes, cómo fueron creados, sus diversos propósitos y las razones de las imágenes en el cuerpo principal.
Según varios estudios, se cree que estas campanas se derivan de modelos coreanos anteriores y más pequeños que adornaban caballos y otros animales domésticos.
A menudo se encuentran enterrados en laderas aisladas, ya sea individualmente, en parejas o en grandes grupos junto con varios espejos de bronce y armas.
Estas campanas Yayoi varían en altura desde unos pocos centímetros hasta un metro de alto.
[11] Otros propósitos de las dōtaku todavía están siendo debatidos por los investigadores, pero es seguro que fueron utilizados para rituales y ritos agrícolas, como lo apoyan varias fuentes.