Un curandero es un sanador tradicional que utiliza elementos naturales para curar medios tanto físicos como espirituales.Por ello, su posición antropológica puede incorporar también los roles tradicionales del hombre que cura y del chamán.[1][2][3] Sus funciones van desde proveer curación a enfermedades mentales, emocionales, físicas y espirituales mediante tratamientos herbolarios y masajes,[4][5][6][7] hasta la purificación del espíritu y la sanación de males mágicos con la ayuda de espíritus o deidades.[8] Existen curanderos y curanderas especializados en una técnica o disciplina como son las yerberas (hierbas), oracionistas (rezos), hueseras (huesos), parteras (partos), etc.[9] En la cultura latinoamericana, el curanderismo es un remanente moderno de antiguas tradiciones mágico-religiosas profesadas por los pueblos originarios del continente americano previo a la llegada de los europeos, muchas veces sincretizadas con las prácticas religiosas occidentales modernas.Su práctica antigua se encuentra atestiguada por los códices precolombinos y documentos coloniales, y su amplia difusión moderna por los testimonios etnográficos contemporáneos.