Desde que el budismo ortodoxo prohibió la ficción, muchas obras son literaturas no novelescas.
La literatura histórica birmana contiene numerosos anales, crónicas y relatos legendarios donde la anécdota maravillosa tiene un lugar preponderante; estas crónicas, a pesar de sus inexactitudes, son importantes fuentes históricas sobre los diversos reinados de Birmania (Pagan, Pegú, etc.).
El monarca Anawrahtha, que reinó de 1044 a 1077, gran conquistador y piadoso budista, ha llenado anales e inscripciones con sus grandes hazañas.
Después de él, los textos abundan en anécdotas novelescas y en escándalos palaciegos.
Los cuentos constituyen el fondo más auténtico de la expresión popular; los hay didácticos, de origen hindú, traducidos al birmano en verso o en prosa; existen relatos inspirados en el folklore indio, mongólico y thai, traducción de las fábulas del Jitopadesa y del Pancha-tantra; los cuentos birmanos del poeta Suddhamma Chari sobre este tema están muy difundidos.
Otras religiones practicadas son el islam y una forma de animismo llamada nat worship.
Es relativamente conocida a través del mundo, y se caracteriza porque tiene un sabor ligeramente picante, con el uso de especias.
Los birmanos comen tradicionalmente con las manos, aunque ha llegado a ser dominante el uso de cubiertos occidentales.
Una forma de artes marciales birmanas llamada taing (semejante al kung fu) se practica también.