Los cultivos auxiliares son los que proporcionan alimento vivo, esencial durante el desarrollo larvario de peces, crustáceos y moluscos.
Al ser organismos autótrofos son el primer eslabón de toda cadena trófica.
En cultivos también se utilizan como base a la producción de zooplancton (rotíferos y Artemia).
Su cultivo se ha desarrollado, existiendo ya unas 40 especies de microalgas utilizadas comúnmente como alimento en acuicultura.
El cuerpo de un rotífero generalmente es transparente, a veces coloreado en la región intestinal.
Cuando es necesario, se complementa la levadura con vitaminas (E, B6 y B12) y/o con aceite de pescado.
Los huevos no eclosionados y las cáscaras restantes de los cistes pueden ser perjudiciales para los peces y crustáceos que los vayan a ingierir, Por lo que es necesario separar los nauplios recién eclosionados; para ello se utiliza su fototropismo (atracción por la luz) o bien se disuelven los restos con productos químicas que no dañen a los nauplios.
Se utiliza para la alimentación en etapas larvales tempranas de organismos acuáticos, como peces y crustáceos.
La alta aceptación por parte de las larvas, así como la positiva digestibilidad y excelente valor nutrimental, confirman el potencial como primer alimento larval.
A pesar de ser un excelente alimento vivo para las etapas larvarias de organismos acuáticos, su principal desventaja radica en que no se ha estandarizado una técnica eficiente para su producción a gran escala.