Cueva de las Manos

Ha sido designada Monumento Histórico Nacional en 1993 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.

Para acceder a la Cueva se puede utilizar la Ruta Nacional 40 y, al llegar, los turistas pueden recorrer primero el Centro de Interpretación, cuyo guion museológico fue realizado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL).

Además, se puede ver una excavación arqueológica y conocer las técnicas del arte rupestre.

Para los antiguos cazadores de guanacos significó mucho más que un refugio circunstancial.

Además de las «manos pintadas» también se encuentran formas como círculos, óvalos y figuras estrelladas, entre muchas otras más.

[8]​ Son las primeras manifestaciones artísticas que se conocen de los pueblos sudamericanos.

En tales pinturas se observan figuras que reproducen elementos relacionados con la vida cotidiana de los tehuelches y sus antecesores, antiguos pueblos cazadores-recolectores.

En cuanto a la representación de la figura humana, esta también se encuentra aunque en menor frecuencia y con formas lineales.

Son más comunes los motivos geométricos (principalmente espirales), que estarían representando simbólicamente a las hoy ignotas deidades.

[10]​ La gama de colores dominante es la que implica al rojo, ocre, amarillo, blanco y negro.

Ese ambiente —que alberga fauna, lagos, galerías subterráneas, depósitos minerales antiguos, interés arqueológico y tierra precisamente guardada— se encuentra amenazado por la excesiva visita de turistas.

Cañadón del río Pinturas.
Valle del río Pinturas.
Entrada a la Cueva de las Manos.
Paredón del valle.
Cueva de la Manos
Otra pintura rupestre en la Cueva de las Manos
Pinturas rupestres, símbolos humanos.
Quillango o Kai Ajnún (Kai, manta; Ajnún, pintada), específicamente una capa compuesta por trece pieles de guanacos pequeños o «chulengos», es decir, guanacos nonatos o de crías no mayores a dos meses. Empleaban también otra clase de pieles, como las del puma, zorros, gato montés, zorrino, caballo, vacuno y hasta cuero de avestruz, con el pelaje siempre hacia el interior y dejando el cuero exterior para adornarlo con pinturas decorativas con formas geométricas de Choiols , o sea, representaciones de la Cruz del Sur . [ 12 ]