La cueva recibe el nombre de Conde pues fue el conde de la Vega del Sella el primero en realizar excavaciones arqueológicas en el yacimiento en 1915.
En la gruta, vivieron neandertales usando útiles evolucionados que suelen ser atribuidos a Homo sapiens.
El estudio de la cueva ha constituido un misterio, pues posee una estratigrafía extraña, que no ha permitido a los científicos emitir tesis concluyentes.
Juan Luis Arsuaga ha planteado que en la cueva convivieron neandertales y cromañones, postreras especies humanas europeas que se esforzaron por adaptarse al glaciar clima de entonces.
En la cueva se han encontrado diferentes restos óseos así como grabados no figurativos.