Sin embargo, la interpretación de este cuarteto despertó reacciones adversas.
En respuesta a este pedido, Beethoven compuso el Finalle: Allegro como un final alternativo, mientras que la Gran Fuga fue publicada por separado.
Actualmente, gracias al esfuerzo de muchos músicos y compositores,[1] el cuarteto es hoy comúnmente interpretado respetando la composición original, a veces seguido por el final alternativo como séptimo movimiento.
El primer movimiento empieza con un suave adagio como introducción donde el siguiente motivo se va repitiendo: El adante escrito en Re bemol mayor, es de carácter ligero y pastoral.
[1] Es la última pieza del disco de oro que viaja en el Voyager 1 y 2.