[1] Comprende grupos bacterianos halladas en el intestino humano y animal y en el medio ambiente; la transmisión al organismo es vía oral, por contacto directo o a través de los alimentos.
Este microorganismo se ha relacionado con brotes de meningitis y enteritis, en especial en los lactantes.
En los escasos brotes relatados, se observó una mortalidad del 20% al 50% de los lactantes que contrajeron la enfermedad.
Los lactantes sobrevivientes presentaron complicaciones duraderas severas incluyendo trastornos neurológicos.
Las consecuencias ligadas a la morbilidad en adultos parecería ser significativamente más leve.