[2] El concepto de disimilitud se debe a Ernst Käsemann, quien lo formuló por primera vez en una conferencia en 1953.Solamente en un caso tenemos un terreno más o menos seguro bajo nuestros pies: cuando no hay fundamentos ni para derivar una tradición del judaísmo ni para adscribirla al cristianismo primitivo, y especialmente cuando el cristianismo judío ha mitigado o modificado la tradición recibida, como se fuera demasiado atrevida para su gusto.Si alguna tradición no puede explicarse adecuadamente por extrapolación ni por revisionismo, entonces debe de ser necesariamente un rastro del Jesús histórico.Generalmente los Evangelios atribuyen a la figura de Jesús Nazareno el ser manso, sereno y bondadoso, sin embargo, esta narración de Marcos contradice estas características, por tanto, según el criterio de desemejanza, es poco probable que sea inventada.Por lo tanto, al final, no queda rastro de un Jesús histórico".