Siendo jefe del ejército protestante alemán, Cristián de Brunswick tomó partido por Federico V del Palatinado 1621.
Habiendo pasado el invierno convenciendo a la población para rebelarse contra los católicos, se encaminó a la cabeza de cerca de 15 000 hombres en la región de los obispados de Westfalia hacia la de Hesse-Darmstadt, para encontrarse con las fuerzas armadas del conde Ernesto de Mansfeld.
Renunciando a principios del año siguiente al obispado.
A principios de 1626, heredó el Principado de Brunswick-Wolfenbüttel, poniéndose inmediatamente al servicio del rey Cristián IV de Dinamarca, que había entrado en la guerra a favor de los protestantes.
Pero antes de poder entrar en combate, enfermó y falleció en el Palacio de Wolfenbüttel.