forma, color, y marcas— determinan las dolencias que una piedra puede curar; se pueden encontrar publicadas listas de tales relaciones en textos ampliamente distribuidos, aunque no existe ningún sustento científico para las mismas.
[6] Después de seleccionar las piedras por sus cualidades físicas o calidades metafísicas asignadas, estas son dispuestas de distinta manera según el método: en algunos métodos, el practicante coloca los cristales sobre diferentes partes del cuerpo, a menudo correspondiendo con ciertos puntos conocidos en medicina alternativa como chakras.
En otros, los cristales se colocan alrededor del cuerpo en un intento de construir una «red energética», la cual proponen rodeará al paciente con «energía curativa».
[4][12][13] Además, no existe ninguna base científica para los conceptos de «chakras bloqueados», «redes energéticas que requieran ser aterrizadas», u otros términos similares asociados usados por adherentes para dar credibilidad a sus prácticas.
En la cultura china, tradicionalmente se le atribuyen poderes curativos al jade microcristalino.