Su objetivo principal es cristalizar el soluto de una solución, por evaporación del solvente, el cristalizador se utiliza para separar sólidos cristalinos de una solución mediante el uso de calor y agitación para promover la formación de cristales, y luego el giro lento del eje central para permitir que los cristales se depositen en las paredes del recipiente.
Una vez depositados, los cristales se pueden recolectar y secar para su uso posterior.
Esta técnica se utiliza ampliamente en la producción de productos químicos y medicamentos.
.También tiene otros usos, como tapa, como contenedor, etc.[1][2][3] El objetivo de la forma es que tenga una base ancha para permitir una mayor evaporación de los elementos que se introduzcan dentro, sin embargo, el diseño y la operación pueden variar en función del tipo de solución y de los cristales que se desean separar.
[2] A nivel industrial existen Además, en el laboratorio también puede variar el tamaño y la forma tomando en cuenta el tamaño y la cantidad de la solución que se está utilizando.