La crisis de los rehenes en In Amenas en Argelia, fue una crisis en la cual se llevó a cabo dos tomas de rehenes como represalia a la intervención francesa en Malí, en la planta procesadora de gas de In Amenas, operada conjuntamente por la británica BP, la noruega Statoil y la petrolera estatal argelina.
El cabecilla terrorista Mojtar Belmojtar se atribuyó la autoría del ataque el 16 de enero.
[2][3] Un número indeterminado de ciudadanos argelinos, junto a más de 40 extranjeros, fueron retenidos en estas instalaciones gasísticas en la región de Tinguenturin, a 40 kilómetros de la ciudad de In Amenas, en la frontera con Libia.
El Ejército de Argelia liberó a cuatro de los rehenes extranjeros retenidos y a unos 600 trabajadores argelinos que se encontraban en la planta de gas, en donde al menos 34 secuestrados y 15 islamistas murieron en un bombardeo efectuado por el Ejército argelino.
El 19 de enero en un final sangriento, fuerzas especiales argelinas irrumpieron el sábado en un complejo de gas natural a la mitad del desierto del Sahara para terminar un impase con extremistas islámicos que dejó al menos 37 rehenes muertos y a todos los 32 milicianos involucrados, 29 de los cuales fueron abatidos por el Ejército en los asaltos y otros tres fueron capturados con vida, de acuerdo a la información suministrada por el gobierno argelino.