Crisis de deuda

Los problemas se pueden manifestar en la imposibilidad de pago de los compromisos asumidos por el Estado, la dificultad para encontrar inversores dispuestos a realizar nuevos préstamos o en la elevación del tipo de interés que tienen que pagar los Estados por la emisión de nueva deuda.

El origen de estas crisis se produce por una acumulación creciente de deuda pública emitida para financiar los déficit presupuestarios acumulados de un país.

Se habla de crisis de deuda externa en aquellos casos en que la Hacienda pública tenga una excesiva deuda frente al resto del mundo y carezca de divisas para satisfacer sus intereses y amortizaciones.

Para calcular la magnitud del problema de la deuda pública en una economía se tienen en cuenta tres ratios fundamentales: Ante la imposibilidad del Estado de seguir pagando los intereses de la deuda o de amortizarla, no queda otra solución a los gobiernos que la declaración de la bancarrota, impago o default.

A lo largo de la historia estas declaraciones de bancarrotas han adquirido diversas manifestaciones:

Deuda pública como porcentaje del PIB, evolución para EE. UU., Japón y las principales economías de la UE.