Tres días más tarde apareció el kayak flotando en el pantano y un día después, los investigadores encontraron el coche de Paula, hundido a 7 metros de profundidad.
Como el nivel del agua había bajado entre 2 y 3 metros, parte de su cuerpo estaba atrapado entre las rocas.
[2] Los jóvenes, que eran novios desde hacía un par de años, dijeron a sus familias y amigos que pasarían un día en el campo y dormirían en el Opel Zafira.
Al encontrarse el vehículo, tenía las llaves puestas, la primera marcha accionada, la ventana del conductor abierta y el freno de mano quitado.
Los asientos delanteros estaban hacia adelante y los de atrás abatidos.