Aristóteles lo muestra en numerosos textos, incluida la Ética a Nicómaco y la Política.
La crematística consta de tres partes: el comercio (que consiste en embarque, transporte y venta); la usura y el trabajo asalariado.
Este concepto de un autor fundamental de la antigüedad redundará en una gran influencia durante todo el Medioevo, en el que la Iglesia católica adopta la crítica aristotélica contra esta conducta económica y la declara contraria a la religión.
estiman que la puesta en práctica de esta doctrina constituyó un obstáculo al desarrollo económico.
destacando las consecuencias sobre lo que él también da en llamar auri sacra fames (maldita sed del oro), una referencia latina (Virgilio) a la pasión del dinero por el dinero mismo.