Credo Legionario

El texto del Credo está formado por doce sentencias o espíritus que debe atesorar y cumplir todo caballero legionario.

El mismo Millán Astray admitió muchas veces ser un gran admirador del bushido, obra que él mismo llegó a traducir al español durante los años veinte a partir de una edición francesa.

Los doce espíritus que forman el credo legionario son: Aunque no son exactamente parte del credo, se le incluyen siempre los tres vivas que se lanzan en todo acto ceremonial legionario desde su fundación: "¡Viva España!

Los vivas se gritan por parte de todos los legionarios presentes en el acto, al unísono, a modo de clausura y a la voz del oficial superior legionario presente, quien siempre los demanda con la misma frase con que lo hacía Millán Astray, hoy tradicional: "Con el gorrillo en la mano izquierda y el brazo en alto, gritad conmigo:[...]".

Hacia 1923, el entonces jefe de La Legión, teniente coronel Rafael Valenzuela Urzáiz, distribuyó entre sus mandos y tropa una nota en la que añadía un nuevo espíritu: Aunque nunca se ha añadido oficialmente este redactado adicional al Credo, ha tenido esa consideración durante mucho tiempo, formando parte del corpus de costumbres propias de La Legión.