Consiste en un juego de pequeños platillos suspendidos afinados cromáticamente.
El juego más frecuente es el que va del Do7 al Do8.
La notación para crótalos afinados no dista mucho de la notación para cualquier otro instrumento de altura determinada.
Se escribe en clave de Sol, dos octavas por debajo del sonido real (o lo que es lo mismo, suena dos octavas por encima de como se escribe) Como cualquier instrumento de percusión, la técnica habitual para hacerlos sonar es golpeándolos.
Para ello se emplea una baqueta metálica.