Cráter de impacto

Los cráteres de impacto son las características geográficas dominantes en muchos objetos sólidos del Sistema Solar, como la Luna, Mercurio, Calisto, Ganímedes y la mayoría de las lunas y asteroides pequeños.En otros planetas y lunas que experimentan procesos geológicos superficiales más activos, como la Tierra, Venus, Europa, Io y Titán, los cráteres de impacto visibles son menos comunes porque se erosionan, entierran o transforman por la tectónica con el tiempo.[15]​ Debido a que los procesos de erosión en la Luna son mínimos, los cráteres persisten.La energía cinética de un meteorito es tan grande que su disipación brusca en el suelo provoca su fragmentación violenta.[16]​ Ha habido casos, cuando la masa del meteorito ha sido muy grande, en los que la lava procedente del interior irrumpe en la excavación y forma un lago que, al solidificarse, confiere al cráter un fondo llano.La fricción con la atmósfera frena bruscamente a los meteoritos y estos sufren un calentamiento muy intenso.Se puede producir volatilización a gran altura (cae entonces lentamente al suelo un polvillo meteorítico); desintegración cerca del suelo, debida a la enorme diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del meteorito (en cuyo caso los fragmentos mayores proyectados en la dirección del suelo se comportan en el terreno como si fueran otros tantos meteoritos primarios); desgaste considerable durante la travesía de la atmósfera (ablación).En este caso puede llegar al suelo algo así como un bloque homogéneo, que si mide varios metros produce la desintegración explosiva ya señalada.Además, la atmósfera ejerce otras acciones que con el tiempo borran las huellas dejadas en el suelo por estos impactos.Se trata de la erosión, que puede revestir muchas formas: aguas corrientes, viento, congelación y descongelación del suelo, actividad biológica, etc.Ordenados por continentes, en cada enlace siguiente aparece una lista de cráteres meteoríticos inventariados por los científicos:
Eugene Shoemaker, investigador pionero de cráteres de impacto, aquí en un microscopio cristalográfico utilizado para examinar meteoritos
Secuencia de formación de un cráter de impacto