La Costa del Sol Occidental ocupa una estrecha franja geográfica delimitada por la el extremo occidental de la Cordillera Bética (Serranía de Ronda) al norte y el mar al sur.
Hacia el oeste, la comarca se abre al Valle del Guadiaro.
Las zonas arenosas ocupan la mayor parte de la Costa del Sol Occidental, salvando algunos tramos rocosos en Manilva, Mijas, Torremolinos y Benalmádena.
En el relieve litoral resaltan las bahías de Estepona, Marbella y Fuengirola.
Las tierras emergentes se prolongan bajo el mar por una plataforma continental estrecha y poco profunda que alcanza una anchura media de unos 5 km y una profundidad máxima de 150-200 m .
Especialmente numerosas son las especies de algas pardas, rojas y calcáreas.
[4] En las sierras destacan de forma especial los invertebrados, predominando entre ellos los coleópteros, plecópteros, tricópteros, arácnidos y moluscos.
Destacan las rapaces diurnas y nocturnas y multitud de pájaros, algunos de ellos incluidos en la Directiva de Aves, destacando el águila real, el águila calzada, el halcón común, el gavilán, el búho real, el búho chico, pero también, la curruca rabilarga, la curruca cabecinegra, la collalba negra, el pito verde, el torcecuello, el trepador azul, el roquero rojo, el martín pescador, la garcilla bueyera, el mirlo acuático...
Otras especies presentes son la salamandra bética, el sapillo meridional, el sapo común o la ranita meridional, entre los anfibios; el lagarto ocelado, la lagartija colilarga, la lagartija andaluza, el eslizón ibérico, el camaleón común, la culebra de herradura, la víbora hocicuda, la culebrilla ciega o el galápago leproso, entre los reptiles; y la nutria, la garduña, el gato montés, el meloncillo, el corzo y la cabra montés.
Existen dos aeropuertos muy cercanos a la comarca que la comunican con el resto del mundo.