Cosecha de hierro

Se estima que durante la Primera Guerra Mundial se empleó una tonelada de explosivos por cada metro cuadrado de territorio en el Frente Occidental.

[cita requerida] Las municiones sin explotar —obuses, balas y granadas— terminaron normalmente enterradas o en el barro.

Los proyectiles con gas venenoso siguen siendo peligrosos y liberan su carga al ceder su carcasa por la corrosión.

Este centro fue construido tras finalizar el vertido en el océano de las municiones en 1980.

Una vez extraídas por personal especializado, las sustancias químicas contenidas en las municiones son quemadas y destruidas usando altas temperaturas mientras que los explosivos son detonados.

Proyectil de artillería alemán de la Primera Guerra Mundial dejado junto a un campo para su eliminación cerca de Ypres , Bélgica .
Proyectil de mortero Stokes de la Primera Guerra Mundial dejado en un poste de telégrafos para su eliminación en 2004, cerca de Ypres en Bélgica .
Piezas depositadas por un labrador en Passendale .