[1] La extensiva pérdida de hábitat indica que la población del cachilo enmascarado, estimada entre 6000 y 15 000 individuos maduros, se presume estar declinando rápidamente y en consecuencia la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) lo califica como vulnerable.
Los incendios son el mayor problema en el Beni y el fuego iniciado por estancieros a menudo sale fuera de control.
A pesar de que la especie aparenta mostrar alguna tolerancia a las quemadas, su preferencia por hábitats de pastos altos hace presumir que esto sea una significativa amenaza (C. Hesse in litt.
[8] El llamado es un «tsilili» débil, difícil de localizar y que se confunde con un insecto.
[10] Durante décadas colocado en la familia Emberizidae, el presente género fue transferido para Thraupidae con base en diversos estudios genéticos, citando Burns et al.
[15] Los datos presentados por los amplios estudios filogenéticos recientes comprobaron que la presente esspecie es próxima al par formado por Embernagra y Emberizoides, formando un pequeño clado o subfamilia Emberizoidinae.
[16] Según las clasificaciones del Congreso Ornitológico Internacional (IOC)[17] y Clements Checklist/eBird v.2019[18] se reconocen dos subespecies, con su correspondiente distribución geográfica:[7]