Correo de la victoria

Los rollos de película eran despachados por vía aérea (siempre que fuera posible) a estafetas receptoras cercanas al destinatario, donde se invertía el proceso: los rollos de microfilm eran revelados e impresos en papel fotográfico ligero, con un tamaño un 60 % menor al original (10,7 x 13,2 cm).

Para los usuarios, el V-mail, consideraciones patrióticas aparte, ofrecía como ventaja principal la rapidez: si una carta ordinaria, transportada por barco, podía tardar un mes en llegar a su destino, con este sistema aéreo el plazo se reducía a doce días.

A cambio, el espacio disponible para escribir era muy limitado (entre cien y trescientas palabras, según tamaño de letra) y había que ser cuidadoso para asegurar la legibilidad por el destinatario.

Adicionalmente, el uso del V-mail dificultaba la intercepción del correo por el enemigo y el envío por carta de mensajes cifrados por espías o agentes infiltrados, ya que el microfilmado inutilizaba sistemas como la tinta invisible o los micropuntos.

Sin embargo, el sistema, seguramente por sus limitaciones de espacio y contenido, no desplazó el correo convencional, que siguió siendo mayoritario.

El Correo de la victoria explicado en forma de comic, en la USS Alabama (BB 60)