Todos estos corredores conforman, en el marco de una malla compleja, la red ecológica a nivel local y mundial.
Los corredores biológicos están diseñados para proteger el conjunto de especies nativas y cumplir con las funciones básicas de conectividad al tiempo que se maximizan el uso sostenible del bosque y los beneficios derivados de los servicios ambientales.
El corredor solo ejercerá una función facilitadora para las especies asociadas a este hábitat específico.
Algunas de las herramientas clave para conseguir proyectar y planificar un corredor son Linkage Mapper[7] o Corridor Designer.
[8] La primera de ellas permite conectar múltiples hábitat mediante trazados lineales.