La cordillera se encuentra justo al oeste del límite de las placas tectónicas Euroasiática y la Norteamericana.En la cordillera nacen muchos ríos: en la vertiente oriental, Sartang, Durgalach, Yana, Bytantaj y Omolóy; en la vertiente occidental, ríos más cortos que vierten casi todos al Lena y al Aldán.El punto culminante se eleva, en el sur, hasta los 2389 m.[3] El asentamiento más importante de la región es Verjoyansk, a orillas del río Yana, que en 2017 contaba con 1307 habitantes.Las temperaturas registradas más bajas en lugares habitualmente habitados han sido registradas en esta región, que permanece generalmente cubierta bajo un profundo manto de nieve la mayor parte del año.Algunos bosques escasamente arbolados de alerce y pino siberiano enano principalmente se encuentran en laderas suaves.La Cordillera Verkhoyansk, ubicada en el este de Siberia, se caracteriza por su clima severo y sus diversos ecosistemas.Muchos animales exhiben comportamientos estacionales, como la hibernación o migración, mientras que otros poseen características físicas que les ayudan a afrontar el frío, como un pelaje denso o capas de grasa.Las montañas consisten principalmente en rocas sedimentarias y volcánicas, reflejando un pasado geológico tumultuoso.[15] Los exploradores rusos comenzaron a penetrar en Siberia en el siglo XVII, impulsados por el comercio de pieles y la expansión territorial.En el siglo XIX, el área fue mapeada más extensamente y se establecieron asentamientos, aunque el clima extremo limitó el crecimiento de la población.Durante el período soviético, la región fue significativa por sus recursos naturales, incluyendo madera y minerales.[16] A principios del siglo XXI, la Cordillera Verkhoyansk sigue estando escasamente poblada, con pocas ciudades y asentamientos.Los campos estaban diseñados para explotar el trabajo forzado en la minería, la industria forestal y otros sectores.Determinar específicamente cuantos gulags hubo puede ser complicado debido a la naturaleza cambiante del sistema Gulag.En la Cordillera Verkhoyansk, hubo varios campos de trabajo forzado, aunque no todos estaban formalmente categorizados como "gulags".Los prisioneros enfrentaban un frío extremo, a menudo soportando temperaturas que caían por debajo de −50 °C en invierno.Se les sometía a largas jornadas de trabajo, comida inadecuada y severos castigos por cualquier desobediencia percibida.Los sobrevivientes y sus familias a menudo lucharon por reconstruir sus vidas después de ser liberados, y las experiencias de aquellos que soportaron los campos han sido documentadas en la literatura, documentales e historias orales.