La chirimoya o anona (en Yucatán) (Annona reticulata),[4] es una especie que pertenece a la familia Annonaceae.
[5][6] El fruto tiene un aspecto liso con unas ligeras prominencias, se le asemeja con un corazón, es de color verde y en algunos casos rojizos; aromática, de sensación suave y dulce, es comestible.
La conservación in situ es esporádica, se está dando en huertos de traspatio para la guanábana (Annona muricata), chirimoya (A. cherimola), chincuya (A. purpurea) y saramuyo (A. squamosa) principalmente.
La anona (A. reticulata), ilama (A. diversifolia) y chincuya (A. purpurea) son fomentadas pero no multiplicadas.
Especial sensibilidad a las temperaturas bajas debido a sus sistema radical superficial, sufre mucho el efecto de los vientos, exige grandes disponibilidades de agua, no es exitoso en suelos arenosos ni ligeros.
[11] El mayor y más importante uso que se le dan a esta fruta, es en el ámbito de la gastronomía debido a que son el ingrediente de aguas frescas, helados y dulces.
Las semillas son astringente, se han usado en casos de diarrea y disentería.