El partido se jugó a cancha llena con parcialidad de ambos bandos.
[5][1]El equipo rosarino ganó 0-3, obteniendo su primer y único trofeo Ibarguren, con dos goles de Atilio Badalini (uno de cabeza) y un gol del campeón sudamericano Julio Libonatti.
[6][7][8]El rosarino Libonatti sería luego el primer futbolista de América en ser vendido a Europa, puntualmente al Torino de Italia, en 1925.
En su plantel contó con jugadores como Bourguignon, Alfredo Luis Chabrolín, Julio Libonatti, Atilio Badalini, Blas Saruppo y Ernesto Celli.
Huracán, por su parte, hizo lo propio con José Laguna, Ángel Chiesa y Ramón Vázquez, entre otros.