Se llevó a cabo en Lituania, siendo nuevamente disputada por el seleccionado local, Estonia y Letonia, y se jugó en tres días consecutivos entre el 15 y el 17 de noviembre.
La selección lituana se consagró campeona por tercera vez después de igualar en puntos y superar por diferencia de gol a Letonia.
Esta edición del torneo fue la única cuyos partidos no son reconocidos oficialmente por la FIFA.
Las tres selecciones se enfrentaron entre sí en un sistema de liguilla a una sola rueda.
La selección con mayor cantidad de puntos obtenidos al finalizar el torneo se consagró campeona.