Los paneles solares, gracias a sus células fotovoltaicas, se benefician de este suceso para producir energía.
Existen materiales, como el silicio, que al ser semiconductores se comportan de distinta manera frente a la electricidad.
Si medimos el voltaje existente entre los dos extremos del material, observamos que existe una diferencia de potencial entre 0,5 y 0,6 voltios.
Con ello podemos calcular los vatios (W) que se necesitan en cada momento según la radiación del sol en cada lugar.
Por su parte, en la zona negativa se sigue un proceso similar al de la zona positiva, pero en este caso las impurezas que se inyectan son átomos que en su capa de valencia tienen cinco electrones, es decir, en la estructura de cristal sobra un electrón (sobra un electrón, por eso se dice que tiene carga negativa).