Las Carmelitas Descalzas lo utilizaron como su convento en la ciudad hasta 1993, cuando se trasladaron a un nuevo edificio en la sierra de Santa Bárbara.
[3] El convento fue fundado en el siglo XVII por María de la Cerda Forcallo, noble placentina que había enviudado dos veces sin descendencia y que decidió dejar en su testamento su palacio, conocido hasta entonces como "palacio de los Arcos", a las Carmelitas para que construyeran sobre él un convento.
[4] Es un templo de estilo principalmente barroco-neoclásico realizado con granito, mampuesto, ladrillo y adobe.
[5][6] El edificio fue adquirido en 1993 por Editorial Prensa Ibérica, según un acuerdo promovido por Javier Moll mediante el cual se le construía a las monjas a cambio su nuevo convento en la sierra.
Tras este acuerdo se realizaron complejísimas obras de rehabilitación entre 1995 y 2000, consecuencia del estado casi ruinoso en el que se encontraba el edificio: en 1977 se había llegado a solicitar su demolición, pero el Ministerio de Educación y Ciencia denegó la autorización por formar parte el edificio del Conjunto Histórico de la ciudad desde 1958.