A veces las distintas órdenes, que competían entre sí por conseguir acomodo en ciudades importantes, irrumpían en las mismas refugiándose en algún lugar abandonado.Una noble señora se enteró de sus apuros y encontró una solución a los expulsados cediéndoles su palacio.Los mercedarios hicieron un acuerdo con el párroco y le ofrecieron quedarse con la iglesia ya que tenía muy pocos parroquianos.En el siglo XVIII se realizó el gran retablo mayor barroco que se encuentra actualmente ubicado en la capilla de Nuestra Señora del Azogue en la Concatedral de San Pedro.Este retablo, se vendió por setenta pesetas a unos franceses, quienes lo hicieron astillas para aprovechar únicamente la gruesa capa de oro, despreciando la parte escultural y de tallado que valía mucho más.Su forma es la de una pequeña cúpula elíptica, realmente montada en la techumbre, pero figurada no más en las paredes planas.