[3] Al terminar la contienda, se expropió parte de los terrenos para construir un monumento a los caídos, diseñado por Guillermo Langle, y que ahora es utilizado como jardín del propio convento.
El templo, construido en el siglo XVIII, tiene planta de cruz latina con una sola nave y una cúpula sobre tambor octogonal en el crucero.
A los pies, se sitúa el coro alto apoyado sobre dos arcos carpanales de rosca moldurada y clave decorada por una roseta.
En la capilla mayor, de planta rectangular, se abre en el lado sur una portada adintelada que da acceso a la sacristía.
El segundo cuerpo está constituido por un nicho central con venera que cierra un arco de medio punto.