Convento de San Joaquín y San Pascual
La fundación del convento tuvo orígenes problemáticos, con ella se quiso atajar la sangrienta rivalidad que dividía en dos bandos la ciudad.En 1876, el Ayuntamiento solicita al Estado que se destine a instrucción pública y se crea el Colegio de «La Purísima y San Luis Gonzaga», que permanece hasta 1885, pasando entonces a ser Asilo de Ancianos.Su tipología, responde perfectamente a la instaurada por la Orden Franciscana en todas sus fundaciones, tal como lo describe el propio Padre Salmerón: «La forma del Convento es la común y ordinaria de los Conventos de nuestra descalzez; pero en lo común hay particulares primores, que lo hacen especial.Todo el convento es alegre y devoto, especialmente la iglesia, pues parece que infunde devoción.En este edificio se pueden observar grandes similitudes con el convento de Santa Ana del Monte, en Jumilla, ya que fue fundado por sus frailes.