Convento de San Blas (Lerma)

Por detrás de la iglesia, en la clausura, bajo una amplia bóveda, una estancia de especial atractivo es el Relicario, que reúne múltiples estantes para recoger y exponer las numerosas reliquias aquí veneradas; fue donado a las monjas por el duque.

El segundo está ocupado por una hornacina con escultura enmarcada por pilastras toscanas y frontón de rosca circular.

El tercer cuerpo muestra un gran ventanal central limitado por dos grandes blasones orlados por coronas vegetales circulares.

Hay que añadir la airosa espadaña de dos campaniles, elevada sobre el alero del lado derecho.

Sus nichos reúnen quince buenas tablas, las cuales rodean al santo titular, San Blas, en talla del siglo XVII, con las reliquias del santo en el pecho y colocada en su hornacina en la calle central, así como dos tallas menores de la Virgen y San Roque posadas sobre el banco.

Fachada clasicista
Retablo mayor protobarroco