La Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo fue adoptado en 1998 en la 86.ª Conferencia Internacional del Trabajo.
[1] En esta declaración los Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se comprometen «a respetar y promover los principios y derechos comprendidos en cuatro categorías, hayan o no ratificado los convenios pertinentes.
Estas categorías son: la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzoso u obligatorio, la abolición del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación».
[2] La OIT considera ocho convenios como fundamentales para estas cuatro categorías: