La Convención para la Conservación de las Focas Antárticas (CCFA) es un acuerdo internacional celebrado en Londres en 1972, y que entró en vigor en 1978 como parte del Sistema del Tratado Antártico.
[1] El acuerdo tiene como objetivo promover, proteger, estudiar y gestionar de forma razonable los fócidos (Phocidae) para mantener su población en un equilibrio satisfactorio con el sistema ecológico de la Antártida.
Luego 11 de ellos (todos excepto Nueva Zelanda) posteriormente la ratificaron o aceptaron.
El acuerdo debía entrar en vigor el trigésimo día siguiente al depósito del séptimo instrumento de ratificación o de aceptación (artículo 13).
El acuerdo también prevé la posibilidad de que los estados que no la firmaron puedan hacerlo por invitación y con el consentimiento de todas las partes contratantes (artículo 12).