Controversia sobre las fotografías de Nikki Catsouras

Después de comer, su padre, Christos Catsouras, se fue a trabajar mientras su madre permaneció en casa.

Unos 10 minutos más tarde, su madre oyó un portazo y unas pisadas en la parte trasera de la vivienda.

O'Donnell dijo posteriormente en entrevistas que él solo envió los archivos a su propio correo electrónico para revisarlos más tarde, mientras que Reich aseguró haber remitido las imágenes a cuatro personas más.

O'Donnell fue suspendido durante veinticinco días sin goce de sueldo y Reich se retiró poco tiempo después —según su abogado— por motivos ajenos al caso.

No obstante, cuando los acusados serían sometidos a un juicio sumario, el juez Steven L. Perk desestimó el caso contra la Patrulla de Caminos de California, ya que Reich y O'Donnell habían sido removidos como imputados.

[11]​ La familia Catsouras contrató los servicios de ReputationDefender para ayudar a remover las fotos, pero estas continuaron difundiéndose.

El panel de tres jueces que revisaron la apelación de Reich redactaron: «Cualquier comentario editorial que Reich pudo haber hecho respecto a las fotografías no está ante nosotros.

Los jueces también cuestionaron si los receptores aún mantenían los correos, pero el abogado de Reich admitió no haberlo investigado.

Hemos alcanzado una resolución con la familia para ahorrar los costos sustanciales que significa continuar con el juicio.

Esperamos que con este problema legal resuelto, la familia Catsouras pueda cerrar el ciclo».

Ladera Ranch , localidad donde vivía Nikki Catsouras.
Un automóvil Porsche 911 Carrera .
Las oficinas centrales de la Patrulla de Caminos de California en la ciudad de Sacramento .
El acoso cibernético del que fueron víctima los Catsouras fue cubierto por Werner Herzog en su documental de 2016, Lo and Behold: Reveries of the Connected World . [ 6 ]