Así mismo hubo un calendario abierto durante la temporada; aunque los juegos listados por la liga terminaron el 6 de diciembre, los equipos aún pudieron programar juegos entre ellos mismos hasta el 20 de diciembre para ganar más dinero.
Frankford, que era el más acérrimo rival de Pottsville antes incluso de que ambos equipos se unieran a la NFL, rápidamente programó un juego para el mismo día contra los Cleveland Bulldogs, y posteriormente protestaron el juego entre Pottsville y Notre Dame ante la liga.
Por esas dos acciones, los Yellow Jackets parecían estar desempeñando el papel de aguafiestas ya que fueron ellos quienes habían ayudado organizar el juego de exhibición con Notre Dame, plenamente esperando que ellos se desempeñarían como anfitriones.
Segundo, Chicago, después de perder con Pottsville, jugó dos juegos organizados apresuradamente contra clubes que se habían disuelto en ese año: los Milwaukee Badgers y los Hammond Pros.
Carr dijo que considerarían borrar el juego de las posiciones finales; sin embargo, esto jamás pasó.
[4] Por varias décadas, tanto aficionados como escritores deportivos continuaron presionando a la NFL para que la liga revirtiera la decisión.
Se ha afirmado que Pottsville jugó un calendario mucho más fácil antes de la suspensión, enfrentando a equipos que no llegaban al 100%, ya que un día antes habrían enfrentado a Frankford, quitándole apoyo al caso de Pottsville.
No obstante, la NFL votó por 30-2 para no reabrir el caso; los únicos defensores de Pottsville fueron Pittsurgh y Philadelphia, los dos equipos del estado de Pensilvania.