Dos ejemplos mecánicos clásicos son la válvula flotador de la cisterna del aseo y el regulador centrífugo.
Cuando la velocidad cae por debajo del valor objetivo, con una cierta histéresis, de nuevo se aplica plena potencia al motor alimentando con nafta.
Se puede observar que esto se parece a la modulación de ancho de pulso, pero obviamente como resultado da un control pobre con grandes variaciones en la velocidad.
La estabilidad se puede expresar como una correlación de la relación potencia-peso del vehículo.
Esto se explica por la función integral del control PID.