Daniela era una joven sumisa, influida en mucho por los designios de su madre, un ser autoritario y posesivo, llamada Doña José.
Cuando Daniela conoció a Sebastián León, los dos se enamoraron profundamente y decidieron huir juntos, pero la huida fue un fracaso.
Una trágica noche, Sebastián, en el colmo de la desesperación, decidió hablar con don Román y jugárselo todo por su amor.
La predicción reaviva recuerdos olvidados de Daniela, que desconoce un detalle esencial: Sebastián León está vivo, y ese mismo día sale en libertad.
Sebastián sólo tiene dos ideas en su mente: probar su inocencia y buscar a Daniela para recuperar su amor.