Los contaminantes criterios se han identificado como perjudiciales para la salud y el bienestar de los seres humanos.
Estos contaminantes son los más comunes y omnipresentes en los centros urbanos, que es donde la población se concentra.
Por ejemplo, el ozono solo en el aire no produce la irritación de ojos y garganta que se observa cuando existe el smog fotoquímico; es evidente que otras sustancias químicas contribuyen a esto.
Los llamados “contaminantes criterio” son aquellos para los que se han establecido límites para proteger la salud y bienestar humano.
Los efectos crónicos son aquellos que se presentan después de una larga exposición (años) a los contaminantes.
Pertenece a la familia de los óxidos de azufre (SOx) que son gases incoloros que se forman al quemar azufre y tienden a disolverse fácilmente en agua.
La exposición a SO2 produce irritación e inflamación aguda o crónica de las mucosas conjuntival y respiratoria.
Forma una mezcla compleja de materiales sólidos y líquidos suspendidos en el aire, que pueden variar significativamente en tamaño, forma y composición, dependiendo fundamentalmente de su origen.
Así, las llamadas PM 10 se pueden dividir, por su tamaño, en las fracciones gruesa, fina y ultrafina, siendo la fracción gruesa la compuesta por partículas cuyo diámetro aerodinámico se encuentra entre 2.5 y 10 µm (PM 2.5-10 ); la fracción fina que incluye aquellas partículas con diámetro aerodinámico menor a 2.5 µm (PM 2.5 ), y finalmente, la fracción ultrafina que incluye a las partículas menores de 1µm.
Entre más pequeñas sean las partículas pueden penetrar directamente hasta el interior de los pulmones con posibles efectos tóxicos debido a sus inherentes características fisicoquímicas.
El plomo es un metal que se usaba frecuentemente para fabricar tuberías de agua, recipientes para alimentos, pinturas y gasolina.
El plomo es un contaminante tóxico para los humanos, su difícil remoción del cuerpo hace que se acumule en varios órganos y pueda dañar el sistema nervioso central.
La intoxicación aguda produce síntomas como diarrea, vómito, cólico, convulsiones y dolor de cabeza.
Su eliminación del cuerpo es posible mediante tratamientos médicos, aunque el daño provocado principalmente al sistema nervioso no es reversible.
Los niños con altos niveles de plomo en la sangre presentan desórdenes en su comportamiento social y un desarrollo mental restringido con efectos neuroconductuales irreversibles.
El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que en concentraciones altas puede ser letal, pues impide el transporte del oxígeno a la sangre, lo que puede ocasionar una reducción significativa en la dotación de oxígeno al corazón.
Una manera de reducir el CO en la atmósfera, es que los automóviles sean afinados debidamente para asegurar la mezcla del combustible con el oxígeno.
El ozono es un compuesto gaseoso incoloro, que posee la capacidad de oxidar materiales.
El ozono puede ocasionar inflamación pulmonar, depresión del sistema inmunológico frente a infecciones pulmonares, cambios agudos en la función, estructura y metabolismo pulmonar y efectos sistémicos en órganos blandos como el hígado.
Episodios de contaminación que se han presentado en diferentes ciudades del mundo.
Se produjo un empeoramiento de la calidad del aire en Cartagena en material particulado respirable, PM10.
Las partículas PM10 pueden causar problemas de salud, en pulmones y vías respiratorias.
La EPA también regula los contaminantes del aire, donde destacan: el mercurio, berilio, asbesto, cloruro de vinilo, benceno, sustancias radiactivas, y el arsénico inorgánico.
Este fenómeno también hace que numerosos bosques sean vulnerables a las sequías, las enfermedades y los insectos nocivos.
Estudios especiales son necesarios en megaciudades para entender mejor las causas de dichas emisiones y medir el progreso en limitarlas.
Sin embargo, las emisiones vehiculares promedio disminuyeron en 70% para CO y 90% para HC relativo a los valores de 1991.