Las consultas públicas se llevan a cabo normalmente en países de la Commonwealth como el Reino Unido, Canadá,[3] Nueva Zelanda o Australia, aunque la mayoría de los países democráticos tienen sistemas similares.
En los Estados Unidos, por ejemplo, este proceso se denomina «aviso y comentario público» (véase potestad reglamentaria).
Dependiendo del país puede haber consultas públicas nacionales o regionales.
Los sistemas autoritarios generalmente tienden a ver con malos ojos las consultas públicas.
[5] De manera similar, en el desarrollo histórico del nazismo, los comentaristas públicos en los mítines oficiales del Partido Nacionalsocialista Obrero fueron golpeados con frecuencia por la mafia o, si había un gran número de personas que apoyaban al comentarista adverso, estallaban peleas.